Charlot Angas Scott: Inglesa y sobria, desarrolló su trabajo en la universidad. No se casó nunca ni fue madre y vivió en el Siglo XIX.

Emilie Breteuil, marquesa de Chatelet: Francesa y distinguida desarrolló su trabajo en su propio palacio rodeándose de amigos científicos. Se casó, tuvo amantes y fue madre de varios hijos. Vivió en el siglo XVIII.

De época diferentes, de distintos países, con estéticas contrapuestas y, sin embargo, con tanto en común. Las dos hicieron frente al destino ya marcado por ser mujeres, las dos amaban las matemáticas y las letras, se involucraron con la cultura y la ciencia de la época y ambas tuvieron que sumergirse en un mundo de hombres para poder hablar y discutir de lo que las apasionaba: La ciencia en general y especialmente las Matemáticas. 

En la siguiente infografía intento comparar sus vidas. Intento demostrar que con aspecto puritano o ropas de nobleza, con amantes o sin ellos, en universidades o en palacios, las mujeres han luchado en todas las épocas de la historia para ser dueñas de su propia vida. 

Ocupar nuestro lugar en la sociedad y en la vida ha costado enormes esfuerzos. Aunque se han conseguido grandes logros en estos aspectos, aun hoy persisten lugares, países, ocupaciones, asociaciones y familias en las que las mujeres tenemos prohibido o al menos más difícil el acceso al mundo que deseamos vivir.