¿Consumidores o productores? La revolución del BIT

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José David Castillo Arias
INTRODUCCIÓN

El mundo actual está lleno de tópicos, confusiones y retos en relación la tecnología, la información y el conocimiento.
Confundimos información con conocimiento, y creemos que la posesión de la información nos hace dueños del conocimiento, cuando realmente la única información válida es la que provoca una reacción de nuestra mente.
 Otra confusión importante es la de información con internet, como si el hecho de existir un entramado de redes entre ordenadores bastara para llenar estas de contenidos.
 Tópico también es hablar de Sociedad de la Información (un paso más allá sería la Sociedad del Conocimiento formulada por Peter Drucker en 1966) cuando, por un lado, no toda la sociedad tiene acceso a esa información por no contar con los medios técnicos necesarios o porque los gobernantes impiden el acceso libre a los contenidos difundidos a través de internet.
 Por otro lado, no toda la información que circula por las redes es fiable (otro tópico), y es importante reconocer las fuentes de información de confianza.
 Por último, el mayor reto es conseguir localizar la información que necesitamos manera precisa y en el menor tiempo posible, para lo cual debemos saber buscar con unas técnicas adecuadas.

Es básico, por tanto, formar a la población en el uso de las redes y, además, tratar de conseguir que los usuarios pasivos, los consumidores, pasen a ser también productores de información.

OBJETIVOS
  • Conocer el origen de las teorías de la información. 
  • Exponer la formación necesaria para conseguir localizar en internet información precisa y de calidad. 
  • Investigar sobre las posibilidades actuales que tiene un usuario de internet para pasar de ser un simple consumidor de información a un productor de contenidos.
Graffiti de Shannon, procedente del Museo de Arte Contemporáneo La Morada del Caos, en Saint-Romain-au-Mont-d'Or (Francia), fotografiado por Thierry Ehrmann (https://www.flickr.com/photos/home_of_chaos/7609870922/)
LA REVOLUCIÓN DEL BIT

1. Los fundamentos teóricos de la Teoría de la información.

Uno de los hitos fundamentales en el nacimiento y posterior desarrollo de nuestra sociedad de la información fue un artículo publicado por Claude Elwood Shannon en 1948 en The Bell System Technical Journal, titulado "A Mathematical Theory of Communication", publicado al año siguiente en forma de libro con el título The Mathematical Theory of Communication, con aportaciones de Warren Weaver, por lo que ambos son considerados "padres de la Teoría de la información", aunque también se le da este título, en solitario, a Shannon, de cuyo nacimiento se ha celebrado recientemente el centenario, inmortalizado en un doodle de Google.

Shannon trató de establecer a través de esta teoría una ecuación matemática para poder medir el valor informativo de los mensajes, tomando en consideración la "información" como un valor cuantificable en los procesos de comunicación. El papel de Weaver fue muy relevante en la definición de la teoría matemática de la información. Le dio un alcance que en el planteamiento inicial de Shannon no tenía, ya que se restringía al ámbito de los lenguajes máquina y a la transmisión de estos mensajes.

En este trabajo aparecen conceptos fundamentales para entender la comunicación en su sentido más básico, pero también en el sentido más amplio que luego se le dio a este concepto con el desarrollo de Internet. Por ejemplo, el esquema de la comunicación:


En este esquema vemos elementos básicos:
  • Una fuente de información que produce un mensaje.
  • Un transmisor que opera en el mensaje para crear una señal que puede ser enviado a través de un canal.
  • Un canal que es el medio para llevar la información.
  • Un receptor que transforma la señal.
  • Un destino, que puede ser una persona o una máquina.
Aparece, además, un elemento denominado ruido. El ruido en el campo de la información se refiere a cualquier elemento que incida en el tránsito de la comunicación del transmisor o emisor al receptor, dificultando o impidiendo la comprensión de la información. Puede deberse a cuestiones técnicas (ilegibilidad de un texto, sonido o imagen deficiente, problemas en las redes), en cuyo caso afecta al canal de comunicación, pero son más habituales los ruidos que afectan al mensaje, entre los cuales podemos citar:
  • Usos incorrectos del código (cualquier tipo de código, tanto los propiamente humanos o lenguas como los lenguajes de comunicación entre hombre y máquina).
  • Mensaje poco estructurado o con excesiva información no relevante.
También el ruido puede producirse en el emisor o en el receptor, cuando, por ejemplo, el primero no articula bien, lo hace con un tono demasiado bajo o su letra resulta difícil de entender o cuando el segundo no presta atención a lo que se le comunica o tiene problemas visuales o auditivos para captar el mensaje.

El ruido en el proceso informativo puede estar causado por deficiencias
 en las redes, pero no es la única causa.
No está presente, sin embargo, en este esquema un elemento básico, el código, entendido como el conjunto de signos, comunes al emisor y al receptor, que permiten la codificación de un mensaje y por tanto la comunicación. No puede haber comunicación sin un consenso previo acerca del código que se va a utilizar tanto por parte del emisor como por parte del receptor.

En cualquier sistema comunicativo hay que resolver los siguientes problemas:
  • Problema técnico: con qué precisión puede transmitirse la información.
  • Problema semántico: el más significativo en el mundo de la información. Implica con qué precisión es recibida la información por el receptor, en relación con el significado original dado al mensaje.
  • Problema de la efectividad: se refiere a la efectividad con la que el significado original recibido por el receptor, afecta a su conducta.
El eje central del modelo matemático de información es el concepto de "información relevante", también denominado "concepto de pertinencia", que en el campo matemático se traduce por la idea de "probabilidad". A grandes rasgos, implica que, a menor probabilidad de acontecer un suceso, o menor conocimiento de un hecho, mayor es la carga informativa de un texto cuyo tema sea ese hecho o ese suceso, en caso de que suceda, ya que:
  • El receptor valora como especialmente "informativo" un hecho que desconoce previamente.
  • El estado previo de conocimiento del receptor determina la relevancia informativa que para él poseerá un hecho determinado.
Aquí entran en juego dos conceptos importantes para la Teoría de la información, como es el concepto de entropía y el de redundancia. El primero, un término prestado por la termodinámica, alude a la información promedio de un mensaje (cantidad de información media). El segundo es una propiedad de los mensajes, consistente en tener partes predecibles a partir del resto del mensaje y que, por tanto, en sí mismas no aportan nueva información o "repiten" parte de la información.

En estos trabajos encontramos por vez primera el término bit, un acrónimo de binary digit, aunque el mismo Shannon aclara que este término es invención de John Wilder Tukey. Fue una aportación fundamental al desarrollo de la computación: la asociación del sistema binario a un circuito eléctrico (de relés en un principio): la circulación de corriente se corresponde generalmente al 1, y el 0 al estado contrario (ausencia de corriente). En la Teoría de la información designa a la unidad mínima teórica de intercambio o almacenamiento de información.

Memoria de ordenador de los años 80 donde se pueden ver los bits físicos.
 Este conjunto de unos 4x4 cm corresponde a 4096 bits.

Otro matemático que contribuyó con sus investigaciones a la Teoría de la información fue Norbert Wiener, "padre de la Cibernética", la ciencia cuyo objeto es el control y la comunicación en el animal y en la máquina, cuyo nombre deriva de la palabra griega kybernetes, "timonel", esto es, aquel que gobierna o controla la nave.

2. La necesidad de formar a los usuarios de internet.

Uno de los grandes valores del esquema de la comunicación de Shannon y Weaver es que se adapta a diferentes tipos de procesos comunicativos, desde aquellos a pequeña escala a procesos tan amplios como es el conjunto de redes denominado Internet. Esta red de redes nació, en 1969, también a pequeña escala, como un proyecto militar de EE. UU. denominado ARPANET, cuyo propósito principal era la investigación y desarrollo de protocolos de comunicación para ligar redes de transmisión de paquetes de diferentes tipos capaces de resistir las condiciones más difíciles, y continuar funcionando aún con la pérdida de una parte de la red. No está muy claro si entre estos fallos previsibles estaba un ataque nuclear proucto de la Guerra Fría o si se trataba de dar robustez a una red en la que los nodos de conmutación eran poco fiables.

Mapa de red de ARPANET en 1977
El primer protocolo fue el NCP (Network control Programm), que siguió en vigor hasta que que en 1981 se desarrolló el protocolo TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol), un sistema de comunicaciones muy sólido y robusto bajo el cual se integran todas las redes que conforman lo que se conoce actualmente como Internet. Descrito a grandes rasgos, TCP/IP mete en paquetes la información que se quiere enviar y la saca de los paquetes para utilizarla cuando se recibe. Estos paquetes pueden compararse con sobres de correo; TCP/IP guarda la información, cierra el sobre y en la parte exterior pone la dirección a la cual va dirigida y la dirección de quien la envía. Mediante este sistema, los paquetes viajan a través de la red hasta que llegan al destino deseado; una vez ahí, el ordenador de destino abre el sobre y procesa la información; en caso de ser necesario envía una respuesta al ordenador de origen usando el mismo procedimiento. Cada máquina que está conectada a Internet tiene una dirección única; esto hace que la información que se envía no equivoque el destino. Existen dos formas de dar direcciones, con letras o con números. Realmente, los ordenadores utilizan las direcciones numéricas para mandar paquetes de información, pero las direcciones con letras fueron implementadas para facilitar su manejo a los seres humanos.


Ahora ya sabemos cómo hemos llegado a esta época, caracterizada por la convivencia entre la información en papel y la información digital, convivencia que es posible aunque algunos autores lanzaron en su momentos mensajes apocalípticos sobre la desaparición del formato librario. En concreto, el acceso digital a la información a través de internet comenzó a popularizarse a partir de los años 80 y, sin embargo, aún se nota en muchos de sus usuarios (incluso entre los llamados nativos digitales, esto es, aquellas personas nacidas a partir de esos años mencionados) una falta de adiestramiento en ciertas habilidades:
  • Capacidad para acceder a la información a través de buscadores y para reconocer lo que ofrece credibilidad y adecuación suficiente a nuestros objetivos de lectura, y lo que no; algo que implica emplear criterios de selección y manejo de bases de datos.
  • Capacidad para manejar los hipervínculos, que implica establecer constantes enlaces entre unos textos y otros y hacer lecturas no lineales y muy superficiales, de las que debemos extraer datos para ampliar nuestros conocimientos.
Por eso se habla de un nuevo tipo de alfabetización o literacidad -un término que cobra cada vez más auge-, la alfabetización digital, que es un paso más allá de la alfabetización tradicional, entrendida como la instrucción en competencias de lectoescritura en soporte papel. No obstante, hay un término que está a mitad de camino entre los dos anteriores, la alfabetización informacional, que es "un conjunto de competencias (conocimiento, habilidades y aptitudes) para obtener, entender, adaptar, generar, almacenar, y presentar la información para el análisis de problemas y la toma de decisiones", según definición de la UNESCO. O de forma más breve, también de la misma fuente, "la alfabetización informacional posibilita que las personas hagan un buen uso de la tecnología de la información y el comunicación".

Del libro Alfabetización mediática e informacional, editado por la UNESCO, provienen estas etapas para la alfabetización informacional y la resolución de problemas de información (óp. cit., p. 144-145), con adaptaciones:




3. Una transición lógica: de consumidor a productor de información.

Volviendo de nuevo al esquema de la comunicación, se puede afirmar que una persona que ha hecho una búsqueda en internet y ha utilizado esa información para aumentar su conocimiento ha recorrido todo el proceso posible. Y así era hasta hace unas décadas. Sin embargo, actualmente se considera lógico empezar un nuevo esquema de comunicación justo donde acaba el anterior. La Difusión Selectiva de la Información o DSI fue durante mucho tiempo patrimonio exclusivo de bibliotecas, archivos y centros de documentación; hoy en día cualquier usuario de Internet puede utilizar diferentes herramientas de agregación (también llamadas recopiladores, lectores de RSS o simplemente lectores) para difundir en la red aquellos contenidos, propios o recopilados, que considere de interés. La lista de herramientas está en continua renovación. Un ejemplo de lo que podemos conseguir con estas aplicaciones sería esta revista digital sobre los contenidos de este blog, Mate+TICas y ArTe mediante Flipboard.



CONCLUSIONES

Como se ha podido comprobar, partiendo de esquemas muy básicos hemos llegado a un momento lleno de grandes posibilidades para la difusión de la información y el conocimiento. Debemos animar a nuestros alumnos a extraer de Internet todo su potencial y no quedarse en el papel de meros espectadores. porque de esta manera, mediante la elaboración de contenidos, la información se convierte en conocimiento.

HERRAMIENTAS TIC
FUENTES
José David Castillo Arias
@jdca2a
Recursos para el profesorado

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